Marianne Vitale (n. 1973) crea un trabajo inventivo que abarca instalaciones de ciencia ficción, videos dominantes y tributos escultóricos a la America kaput, todo abordado con un compromiso total y una actitud apasionante. A partir de una herencia de escultores minimalistas y monumentales, Vitale excava escombros estadounidenses, como infraestructura ferroviaria, puentes quemados y letrinas demolidas. En estas piezas, Vitale utiliza la madera recuperada de estas estructuras ahora en desuso para construir esculturas arquitectónicas, desde graneros hasta lápidas y fachadas de edificios completos, que magulla, abolla, corta o destruye. Su habilidad para convertir material utilitario en obras de extraordinario peso, tanto en su peso como en su vigor, vuelve a contar su devenir y su invención. Tal manipulación crea un vínculo entre el pasado y el presente, recordando continuamente los matices oscuros de la expansión hacia el oeste y las nociones tradicionales de Estados Unidos.
Vitale quema, rompe, magulla y construye de nuevo, obligándonos a interrogar nuestras propias historias a través de los objetos que abandonamos en nombre del progreso. En su exitoso trabajo en video Patron (2009), exhibido en la Bienal de Whitney en la ciudad de Nueva York en 2010, Vitale escupe comandos poéticos de estilo militar a la audiencia, dirigiéndose a la sala como "¡patrones!" y exigiendo que abramos la boca para que nos alimenten a la fuerza con nuestra medicina, un llamado a las armas contra el "neutralismo" y la complacencia.
En los últimos años, la artista ha estado forjando una nueva y audaz dirección en su trabajo, aprovechando las ansiedades que rodean la historia de la frontera de Estados Unidos con piezas escultóricas que invocan el profundo hambre de autonomía y libertad que ofrece ese territorio desconocido.